Skip to content Skip to footer

Paz a vosotros en cada paso. ¡Hola! Me llamo Naomi, y actualmente soy la anfitriona del Grupo Online Internacional de Meditación para Jóvenes. Antes de la pandemia del Covid nuestro grupo se reunía por Zoom. Siento que fue una bendición que ya estuviésemos organizados y preparados para ser un apoyo durante el confinamiento al conectar comunidades de personas con un mismo sentir durante este tiempo. Desde que llegué a vivir a Sídney hace más de 10 años, he formado parte de grupos de meditación y de retiros de jóvenes en Nueva Gales del Sur. Cuando vi el folleto en la cafetería de la iglesia en Glebe sentí un gran alivio por haber encontrado un camino cristiano de silencio intencionado.

La meditación me ha atraído siempre desde mis tiempos universitarios cuando sacaba de la biblioteca cintas de meditaciones guiadas. Yo había crecido en la iglesia, pero estaba a la búsqueda de una vía mística que no reconocía en la iglesia de mi infancia. Las cintas me ayudaban, y así continué con retiros budistas y recitaba cantando Om Mani Padme Hum. Asistía a Kirtan con Hare Krishnas y cantaba en grupo el Hare Hare Hare Rama Hare Krishna a modo de llamada y respuesta. Leí el Bhagavad Gita, el cual fue crucial para mí. Experimenté meditaciones de chakra y Reiki e intenté elevar mi kundalini por medio de la respiración. Todas estas cosas me resultaban enriquecedoras y fascinantes, pero aún así yo echaba en falta la compañía y guía constantes de una enseñanza continuada.

Fue entonces, a la edad de 25 años, cuando me uní a la Escuela de Filosofía de Newcastle. Durante unos maravillosos tres años, asistí a una clase semanal que de forma gradual presentaba conceptos y enseñanzas de sabiduría por medio de discusiones sólidas y cada vez más íntimas. Nunca he olvidado mi iniciación en el mantra de la Escuela en una ceremonia preciosa. Seguí usando ese mantra durante cuatro años más, dos veces al día, así como leyendo y dibujando mandalas. Yo era muy devota. La Escuela usaba el nombre de un dios hindú como mantra. Pasado un tiempo aquella palabra no se asentaba a gusto en mi espíritu, y no podía evitar el toser cuando la decía. Tras abandonar la Escuela y después de la ruptura de una relación, alguien me envió un CD del Padre Laurence sobre meditación cristiana. Su voz me resultaba muy tranquilizadora y calmante. Comencé un lento proceso de retorno a Cristo, y a asistir a dirección espiritual en Melbourne.

Cuando me mudé a Sidney por razones de trabajo, para mí era muy importante encontrar una iglesia en la que se practicase la Meditación Cristiana. Encontré una y no la he dejado. He vivido retiros maravillosos en Mittagong y la Isla Dangar, retiros de silencio en St Mary, y retiros de día en Lavender Bay y en las Montañas Azules (Blue Mountains). También he asistido a grupos en Paddington y Glebe, y a seminarios y congresos increíbles en Sídney y Melbourne.

Las sesiones de meditación online, los retiros y los congresos  han sido realmente una fuente de inspiración y de apoyo para mí mientras busco el comprometerme de nuevo con la devoción y práctica personal de forma regular. Recientemente me uní a una comisión del equipo de Coordinación para la Gente Joven en Nueva Gales del Sur. Me hace mucha ilusión adentrarme en el futuro con este equipo y trabajar por el crecimiento de la meditación cristiana de los jóvenes

© 2022 Comunidad Mundial para la Meditación Cristiana – WCCM Colombia