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En los últimos tiempos ha habido una recuperación de la dimensión contemplativa de la fe y la oración cristiana. La tradición de la contemplación, la oración del corazón o «oración apofática», está transformando los diferentes rostros de la Iglesia y revelando la forma en que el Evangelio integra lo místico y lo social.

La Comunidad Mundial de Meditación Cristiana enseña una práctica de meditación derivada de la enseñanza del Evangelio de Jesús y del consejo de los primeros monjes cristianos. Los Padres y Madres del Desierto enseñan una espiritualidad cristiana de gran relevancia para aquellos que hoy en día quieren vivir su discipulado a Jesús de una manera radical y sencilla.

John Main, y la comunidad que él inspiró, han tenido un papel importante en esta renovación contemporánea de la tradición contemplativa. Su propia introducción a la meditación le vino de la sabiduría universal, pero le llevó a reconocerla y luego a enseñarla como una forma de oración que está enraizada en los Evangelios y en la tradición mística cristiana.

John Main enseña la práctica de esta forma tan simple:

  • Siéntate.
  • Siéntate con la espalda erguida.
  • Cierra los ojos ligeramente.
  • Luego, interiormente, en silencio, comienza a recitar una sola palabra: una palabra de oración o mantra. Recomendamos la antigua palabra de oración cristiana  «Maranatha».

Díla en cuatro sílabas iguales. Respira normalmente y presta toda tu atención a la palabra mientras la dices, en silencio, suavemente, fielmente y sobre todo – simplemente. La esencia de la meditación es la simplicidad.

Permanece con la misma palabra durante toda la meditación y cada día. No visualices, sino que escucha la palabra cuando la dices. 

Deja ir todos los pensamientos (incluso los buenos), imágenes y otras palabras. No luches contra tus distracciones sino que las déjas ir cuando dices tu palabra fielmente, suavemente y atentamente y regresando a ella inmediatamente cuando te das cuenta de que has dejado de decirla o cuando tu atención esté divagando.

Medita cada mañana y cada tarde durante 20 ó 30 minutos.

© 2022 Comunidad Mundial para la Meditación Cristiana – WCCM Colombia