Transformación en Cristo
Cada uno de nosotros es llamado de manera especial a abrir nuestros corazones a la suprema realidad del amor de Dios por nosotros, a la realidad de nuestro propio destino personal. Y el destino que cada uno de nosotros tiene es la plena unión con Dios, «compartir el mismo ser de Dios».
Transformación en Cristo
Lo que nos Dice la Tradición
La Singularidad de Nuestra Creación
La Maravillosa Experiencia del Silencio
El Valor de la Práctica Espiritual
El Silencio del Amor
La Atención Desinteresada a Dios